Salmos 119:73-96

#Devocional

73 Con tus manos me creaste, me diste forma. Dame entendimiento para aprender tus mandamientos.
74 Los que te honran se regocijan al verme, porque he puesto mi esperanza en tu palabra.
75 Señor, yo sé que tus juicios son justos, y que con justa razón me afliges.
76 Que sea tu gran amor mi consuelo, conforme a la promesa que hiciste a tu siervo.
77 Que venga tu compasión a darme vida, porque en tu ley me regocijo.
78 Sean avergonzados los insolentes que sin motivo me maltratan; yo, por mi parte, meditaré en tus preceptos.
79 Que se reconcilien conmigo los que te temen, los que conocen tus estatutos.
80 Sea mi corazón íntegro hacia tus decretos, para que yo no sea avergonzado.
81 Esperando tu salvación se me va la vida. En tu palabra he puesto mi esperanza.
82 Mis ojos se consumen esperando tu promesa, y digo: «¿Cuándo vendrás a consolarme?»
83 Parezco un odre ennegrecido por el humo, pero no me olvido de tus decretos.
84 ¿Cuánto más vivirá este siervo tuyo? ¿Cuándo juzgarás a mis perseguidores?
85 Me han cavado trampas los insolentes, los que no viven conforme a tu ley.
86 Todos tus mandamientos son fidedignos; ¡ayúdame!, pues falsos son mis perseguidores.
87 Por poco me borran de la tierra, pero yo no abandono tus preceptos.
88 Por tu gran amor, dame vida y cumpliré tus estatutos.
89 Tu palabra, Señor, es eterna, y está firme en los cielos.
90 Tu fidelidad permanece para siempre; estableciste la tierra, y quedó firme.
91 Todo subsiste hoy, conforme a tus decretos, porque todo está a tu servicio.
92 Si tu ley no fuera mi regocijo, la aflicción habría acabado conmigo.
93 Jamás me olvidaré de tus preceptos, pues con ellos me has dado vida.
94 ¡Sálvame, pues te pertenezco y escudriño tus preceptos!
95 Los impíos me acechan para destruirme, pero yo me esfuerzo por entender tus estatutos.
96 He visto que aun la perfección tiene sus límites; ¡sólo tus mandamientos son infinitos!