Escucha:
Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las bocinas. (Josué 6:4)
Piensa:
Josué enfrentaba una encrucijada crucial y uno de los momentos más importantes de su vida. Confiando en la promesa dada por el Señor de un éxito contundente en la batalla de Jericó, sabía de antemano el resultado, pero al aproximarse el día del combate, necesitaba una estrategia específica para obtener la victoria. Probablemente, lo que escuchó al Señor decir, una parte mostrada en el versículo de hoy, debió haberlo dejado boquiabierto.
Puede uno imaginar la gran confusión que invadiría a los soldados al escuchar que debian llevar a cabo esta poco común estrategia de batalla. Sin embargo, en momentos de duda como estos, es que vale la pena recordar que la voz de Dios se sobrepone a la nuestra y a nuestras convicciones dándonos el mejor camino a seguir, siempre que no olvidemos los tres requisitos para beneficiarnos de sus instrucciones:
– Fe para confiar en Su Poder.
– Coraje y disciplina para obedecerle
– Paciencia para esperar Su respuesta.
Y es que la medida de la solidez de nuestra fe, será siempre proporcional a la forma de nuestra respuesta. Cuando el Señor nos dé una clara instrucción a través de su Palabra o su Espíritu, si realmente creemos en Él y en sus promesas, seguiremos tal instrucción de forma precisa y completa. De otra manera, dudaremos de obtener la victoria mediante dichas instrucciones.
Cultivar un espíritu de espera en El Señor, es también una parte esencial de la obediencia. ¿Qué hubiera pasado si el ejército decidiera desviarse de los planes de Dios durante los primeros seis días y saltar directamente al séptimo día de marcha alrededor de Jericó? indudablemente que habrían perdido la posibilidad de victoria.
¿Cuántas veces le rogamos al Señor que nos guíe, pero dudamos en obedecer cuando finalmente lo hace? Vivir por fe puede parecer riesgoso cuando aquello que sucede a nuestro alrededor no parece “lógico” desde nuestro punto de vista. En esos casos pero mantenernos confiados en la perspectiva eterna y poder ilimitado de Nuestro Padre, nos mantendrá siempre resueltos a obedecer Su voluntad.
Ora:
Señor, disipa de mi corazón toda duda ante Tu voz y Tu guía en la adversidad. Ayúdame a seguirte confiando en Tu poder infalible Amén.
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