Escucha:
Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo. (Éxodo 32:14)
Piensa:
¿Puede la oración cambiar la mente de Dios? El Señor estaba enojado con la desobediencia, corrupción y rebelión del pueblo, y así le expresó a Moisés su intención de destruirlos. Pero Moisés le rogó que perdonara a la gente que había sacado milagrosamente de Egipto. Éxodo 32:14 dice que el Señor “se arrepintió”, lo que significa que decidió no poner en práctica lo que había planeado. ¿Cambió Moisés, de hecho, la mente de Dios?
Las Escrituras mencionan repetidamente el poder de la intercesión: “La oración eficaz del justo puede mucho.” (Santiago 5:16). El poder no está en nosotros, por supuesto, ni en el orden o la frecuencia de las palabras que pronunciamos. El poder viene sólo de Dios, de quien nos escucha.
La intercesión tiene poder cuando se basa en las promesas de Dios. Puedes orar por otra persona, pero si la petición no está de acuerdo con esas promesas, la oración será ineficaz. Cuando tus oraciones en nombre de otros estén de acuerdo con la Palabra de Dios, Él responderá.
Como Moisés, puedes citar la Palabra de Dios en tus oraciones, mencionando al Señor tus promesas. Puedes pararte “en la brecha” ante Dios (Ezeq. 22:30) e interceder por las vidas de otros La intercesión es un privilegio precioso. Sólo orando sabras el poder que tienen tus oraciones para hacer la diferencia.
Ora:
Señor, ayúdame a tener un mayor conocimiento de tu Palabra para que siempre ore de acuerdo a tu voluntad. Sé que el poder que tengo en la oración es Tu poder trabajando a través de mí. Ayúdame a marcar la diferencia en la vida de mi familia, amigos y todos aquellos que me rodean, cuando oro. Amén
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