Escucha:
Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová. (Isaías 54:17)
Piensa:
“Ninguna arma forjada contra usted podrá prosperar”. ¡Qué buenas noticias! Es grandioso saber que ninguna enfermedad, circunstancia o dificultad podrá contra usted.
Hace algunos años, a uno de nuestros amigos le hicieron una demanda judicial. Oramos juntos basados en ese versículo y nos pusimos de acuerdo que ese versículo sería la palabra final en esa situación, no las acusaciones contra él. Estuvimos firmes en la fe, confiando en que esa demanda no prosperaría contra él.
Efectivamente, cuando mi amigo fue al juzgado, los demandantes no pudieron prevalecer contra él. Él ganó ese pleito judicial no porque los abogados fueran muy listos, sino porque era inocente y porque había confiado en esa poderosa promesa de Dios.
Imite ese ejemplo. Ante cualquier ataque que reciba en algún aspecto de su vida, no se ponga a llorar con los brazos cruzados y a pedirle a Dios que lo rescate. Por el contrario fortalezca su confianza en Él y Abra la Biblia en Isaías 54:17. Recuerde lo que Dios le ha prometido. Válgase de esa promesa para fortalecerse contra el pecado y contra toda obra perversa que intente atarle.
No desperdicie la fuente de protección de Dios; póngala a trabajar en su vida. Ella es su herencia legítima como siervo del Señor.
Ora:
Señor, rehúso temerle a cualquier arma que pueda ser forjada contra mi y que intente derrumbare, porque sé que de acuerdo con tu Palabra, no podrá prosperar contra mí. Confío en que Tú me protegerás, y desde ahora te doy gracias por la victoria. Amén.
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