18 de Octubre: Crecimiento Espiritual

Escucha:

Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 7:13-14)

Piensa:

Al salir del edificio donde trabajo, me sorprendió ver una hermosa flor creciendo en una grieta entre las placas de hormigón que cubren el suelo. A pesar de su circunstancia desfavorable, la planta había encontrado un punto de apoyo, echó raíces en la grieta seca y estaba floreciendo. Más tarde, me di cuenta de que una unidad de aire acondicionado situada directamente encima de la planta la mojaba todo el día. Aunque su entorno era hostil, la planta recibió la ayuda que necesitaba de esa agua.

A veces puede ser difícil crecer en la vida cristiana, pero cuando perseveramos con Cristo, las barreras son superadas. Nuestras circunstancias pueden ser desfavorables y el desánimo puede parecer un obstáculo. Sin embargo, si continuamos en nuestra relación con el Señor, podemos florecer como esa planta solitaria. Esta fue la experiencia del apóstol Pablo. A pesar de las graves dificultades y desafíos que afrontó (2 Corintios 11:23-27), no se dio por vencido y dijo: “Voy a proceder hasta el final de la carrera, para recibir el premio celestial al que Dios nos llama en Cristo Jesús” (Fil. 3:12,14).

Pablo se dio cuenta de que podía hacer todas las cosas a través del Señor que lo fortaleció (4:13), y nosotros también podemos si procedemos con la ayuda de Aquel que nos fortalece, nos guía y nos cuida en todo momento.

Ora:

Señor, Gracias, por este nuevo día que nos regalas el hoy. Permítenos aprender de el, perserverar aplicando las verdades de Tu Palabra y proserguir la meta de crecer en todas aquellas cosas que te son agradables, y que nos convierten un paso a la vez, en aquello que deseas que seamos. Amén.

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