EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO
Todos los creyentes tienen el derecho de recibir y deben buscar fervientemente la promesa del Padre, el bautismo en el Espíritu Santo y fuego, según el mandato del Señor Jesucristo.
Esta era la experiencia normal y común de toda la primera iglesia cristiana. Con el bautismo viene una investidura de poder para la vida y el servicio y la concesión de los dones espirituales y su uso en el ministerio.
- Lucas 24:49 [RVR1960/NVI]
- Hechos 1:4 [RVR1960/NVI]
- Hechos 1:8 [RVR1960/NVI]
- 1 Corintios 12:1-31 [RVR1960/NVI]
Esta experiencia es distinta a la del nuevo nacimiento y subsecuente a ella.
- Hechos 8:12-17 [RVR1960/NVI]
- Hechos 10:44-46 [RVR1960/NVI]
- Hechos 11:14-16 [RVR1960/NVI]
- Hechos 15:7-9 [RVR1960/NVI]
Con el bautismo en el Espíritu Santo el creyente recibe experiencias como:
- la de ser lleno del Espíritu, Juan 7:37–39 [RVR1960/NVI], Hechos 4:8 [RVR1960/NVI]
- una reverencia más profunda para Dios, Hechos 2:43 [RVR1960/NVI], Hebreos 12:28 [RVR1960/NVI]
- una consagración más intensa a Dios y dedicación a su obra, Hechos 2:42 [RVR1960/NVI]
- y un amor más activo para Cristo, para su Palabra y para los perdidos, Marcos 16:20 [RVR1960/NVI]