Una palabra sobre nosotros.

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Historia
Aunque el Concilio Evangélico de las Asambleas de República Dominicana inició sus trabajos de manera formal en el 1942,
su existencia como organización data desde muchos años antes. Su origen tuvo lugar en Estados Unidos.
Las Asambleas de Dios han tenido la capacidad de no solamente extenderse desde la nación norteamericana hasta otros
puntos del mundo, sino que de ella han salido otros concilios y organizaciones, tal como ha sido el caso de República
Dominicana.
El Concilio General de las Asambleas de Dios surgió del gran avivamiento religioso que tuvo lugar a principio del siglo
XX y que rápidamente se esparció por todo el mundo.
En este tiempo surgió una intensa sed espiritual, en virtud de la cual se llevaron a cabo reuniones de oración entre
grupos de creyentes de distintas denominaciones, que se evidenciaran a finales del siglo pasado.
Como resultado se produjo un avivamiento en distintos lugares de Estados Unidos y de Europa, caracterizado por: un
intenso fervor de evangelización, profundo espíritu de oración, marcado énfasis en los dones del Espíritu Santo con la
evidencia de hablar en otras lenguas según Hechos 2:4, había un profundo celo misionero.
Lo cierto es que el protestantismo llegó a América en el 1607. Pero se trató de una fe se practicaba a través de una
liturgia muy apegada a lo formal y tradicional.
Ese ambiente espiritual se mantuvo estático hasta inicio del siglo XX. Para el 1905 se produjo la manifestación del
poder del Espíritu Santo, que causó gran impresión en muchos países. Era algo muy parecido a lo ocurrido en Jerusalén el
día de la celebración del Pentecostés.
Desde diferentes puntos los creyentes llegaban a los Ángeles, en el estado de California, Estados Unidos para ser
testigos de lo que estaba ocurriendo.
Ya para el 1913 los líderes evangélicos se reunieron para analizar detenidamente el fenómeno. Por doquiera se escuchaba
que muchos creyentes estaban hablando en nuevas lenguas.

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