LAS MUESTRAS DE APRECIO EN EL LUGAR DE TRABAJO

El ser humano necesita sentirse apreciado. No solo se trata de una sensación agradable, sino de un elemento indispensable para ser feliz y desarrollarse a plenitud. Eso es válido en todo ámbito; sin embargo, en ninguna parte se hace tan patente como en el lugar de trabajo. Cuando uno es consciente de que sus jefes y compañeros lo aprecian de verdad, es mucho más probable que haga un excelente aporte y trabaje bien en equipo.

Cuando los integrantes de un grupo se dan muestras generosas de aprecio, el conjunto se fortalece y crecen sustancialmente las posibilidades de formar un equipo ganador. El aprecio tiene la virtud de sacar a relucir las mejores cualidades de una persona. Motiva a todos a hacer más, a esforzarse más, a contribuir más, a sentirse capaces de más y más satisfechos con la función que desempeñan. Si todos los componentes de un grupo se estiman entre sí, se respetan y se manifiestan fe, la productividad y el optimismo se multiplican.

Por lo tanto, te conviene preocuparte de expresar agradecimiento y aprecio a las personas con las que trabajas. Te sentirás más feliz, pues son manifestaciones de amor; y de un modo u otro el amor siempre tiende a ser correspondido. También serán más felices los destinatarios de esas muestras de aprecio, pues sentirán que la vida les sonríe. Además, cuando todos se valoran unos a otros, el ambiente se torna más positivo y agradable, todos trabajan mejor y se hacen mayores progresos.

Pensar bien unos de otros es positivo, es un buen punto de partida; pero si no expresamos esos pensamientos, si no nos molestamos en verbalizarlos, a los demás no les sirven de nada. No podemos esperar que nuestros compañeros de trabajo nos lean los pensamientos. Es preciso traducirlos en palabras y actos.

Independientemente de lo que nos haya impedido hasta ahora prodigar elogios sinceros, hoy mismo podemos empezar a realzar las virtudes de los demás haciendo mención de ellas. Hay tantas cualidades que podemos valorar en la gente. Para una persona significa mucho que alguien se interese en ella y note sus rasgos singulares y las cosas en las que destaca. No nos limitemos a estimar a los demás por sus atributos más evidentes o en función de lo que nos beneficia de forma directa. Antes procuremos ampliar nuestros horizontes buscando cualidades menos obvias, pero que con un pequeño esfuerzo seguramente descubriremos.

Proverbios 22:6 (NVI)
Instruye al niño en el camino correcto,
y aun en su vejez no lo abandonará.

1 Corintios 6:11 (NVI) Y eso eran algunos de ustedes. Pero ya han sido lavados, ya han sido santificados, ya han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.

Isaías 56:3 (NVI)
El extranjero que por su propia voluntad
se ha unido al Señor, no debe decir:
«El Señor me excluirá de su pueblo.»
Tampoco debe decir el eunuco:
«No soy más que un árbol seco.»