Satisfecho

#EnergiaPositiva

«Teniendo sustento y abrigo, estemos ya satisfechos» (1 Timoteo 6:8, RV95). Recordé esas palabras mientras lavaba la vajilla del desayuno. Sin embargo, ¿es eso posible? ¿Me contentaría yo con tener alimentos, ropa y nada más? El apóstol Pablo escribió: «He aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación» (Filipenses 4:11).Yo no. Ha habido ocasiones en que he deseado tener cosas que veía que tenían otras personas. No siempre me siento satisfecho. Al terminar de limpiar la cocina me pregunté: «¿Cómo podría estar satisfecho con apenas comida y ropa?»

Como si fuera en respuesta a mi pregunta, mi mirada se posó sobre Kylie, mi sobrina de siete meses. Jugaba en silencio mientras masticaba un pedazo de manzana. Se la veía contenta, era la viva imagen de la paz y la tranquilidad. Y sin embargo, ¿qué tenía? Un pañal y un trozo de manzana. Eso le bastaba para estar contenta.

Mi inquietud se disipó. Kylie no estaba preocupada por lo que comería al día siguiente ni por si se le acabarían los pañales. Tenía comida, tenía ropa y estaba feliz de la vida. Confiaba en que su madre la cuidaría y le daría justo lo que necesitara, en el momento preciso.

Me di cuenta de que debería ser como ella. Debería estar contento y satisfecho con lo que Dios me da, y confiar en que Él velará por mí y me proporcionará lo que de veras necesite. Ahora ya me siento satisfecho. No solo tengo comida, ropa y muchas comodidades, sino también algo que millones de personas no tienen. Tengo a Jesús y la salvación que Él me ha regalado. Tengo familia, salud y amigos. Tengo a Kylie, que me quiere incondicionalmente. Es indudable que tengo todo lo que necesito. ¡Estoy verdaderamente satisfecho!