Conocer a Cristo se parece un poco a escalar una montaña. Desde abajo se ve bien poco; la montaña misma parece apenas de la mitad de la altura que tiene en realidad.
Al coronar la primera loma, el valle se agranda a nuestros pies.
Si se continúa el ascenso, pronto se ve la campiña en un radio de seis o siete kilómetros, y uno queda encantado con la vista.
Al seguir escalando, el panorama se amplía aún más, hasta que al alcanzar finalmente la cumbre y mirar hacia el este, el oeste, el norte y el sur, uno tiene prácticamente toda el país delante de sí. Hacia un lado se vislumbra un bosque en una comarca lejana, quizás a unos doscientos kilómetros; por el otro se divisa el mar, y por aquí un río centelleante y las chimeneas humeantes de una ciudad industrial, o los mástiles de las naves en un puerto de mucha actividad.
Cuando comenzamos a creer en Cristo, vemos poco de Él. Cuanto más escalamos, más belleza descubrimos. Ya canoso, tiritando en un calabozo de Roma, Pablo pudo decir con mayor énfasis que nosotros: «Sé en quién he creído», pues cada experiencia había sido como subir un cerro, cada prueba como alcanzar una cima, y su muerte equivaldría a coronar la cumbre de la montaña, desde donde contemplaría la plenitud de la fidelidad y el amor de Dios.
Adaptación de una lectura devocional de Charles Spurgeon. Charles Spurgeon (1834–1892) fue el predicador más conocido de Inglaterra durante casi toda la segunda mitad del siglo XIX.
No hay nada que estimule más mi fe en el Padre celestial que rememorar la fidelidad que me ha demostrado en todas las crisis y circunstancias escalofriantes en que me he visto. Una y otra vez me ha hecho patente Su interés y consideración por mi bienestar. Una y otra vez he tenido conciencia de la guía que me ha proporcionado el Buen Pastor al atravesar días sombríos y valles profundos.
Phillip Keller (1920–1997)
Dado que Dios es la verdad, el hecho de que Él sea fiel significa que todo lo que hace y dice es seguro. Eso implica que Él es 100% confiable, la totalidad del tiempo. No falla, no se olvida, no se queda corto, no cambia, no nos defrauda. Al decir de Lewis Sperry Chafer: «No solo expresa y confirma lo que es verdadero, sino que permanece fiel a Sus promesas. Dice lo que piensa y lo dice en serio; por ende cumple todo lo que dice que hará».
Ray Pritchard
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1 Juan 4:8 (NVI) El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.
Romanos 8:37-39 (NVI) Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.
Juan 3:16 (NVI) »Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
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