28 de Septiembre: Pacto de Prosperidad

Escucha:

“Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día” (Deuteronomio 8:18)

Piensa:

¿Cuál es el propósito de Dios al hacer prosperar a Su pueblo? ¿Será para que tengamos televisores más grandes o para que compremos casas y automóviles más lujosos?

No, ¡es para que confirmemos el pacto de Dios en la Tierra y para que ayudemos a los necesitados!

Jesús no fundó ningún imperio material para sí. Pero eso no significa que Él era pobre, sino que fue la persona que más ha dado en toda la historia pasada, presente y futura del mundo, y ya es hora de que empecemos a seguir Su ejemplo.

Cuando comencemos a dar y a ayudar materialmente a los necesitados, tendremos mayores probabilidades de ganar sus corazones.

¿Qué piensas que le sucedería al corazón de una nación hambrienta cuando llegue un avión 747 lleno de alimentos, ropa y suministros médicos en el Nombre y por el amor de Jesús? El corazón de esas personas se enternecerá y estarán más dispuestas a oír lo que tengamos que decir acerca de Jesús.

Jamás permitas que nadie te diga que está mal el querer prosperar. Por el contrario, es malo para ti que no quieras prosperar, cuando esa prosperidad puede representar la diferencia entre el cielo y el infierno para millones de personas.

Olvídate de tus propias e insignificantes necesidades. Aumenta tu visión y proponte dar para ayudar a los que están en necesidad y para confirmar el pacto de Dios en la Tierra. Mantente firme en la fe y prepárate para disfrutar la mayor prosperidad que jamás hayas tenido en tu vida.

Ora:

Señor, Hazme presto a aprovechar las oportunidades que tenga, para ayudar a aquellos que más lo necesitan. Permíteme retribuirte el amor que cada día me brindas, cumpliendo tu palabra y dando a mano abierta, con generosidad y desprendimiento, tal como Tú lo haces. Amén.

Powered by WPeMatico