¿Por Qyé Dios Tarda Tanto?

Pregunta: Llevo tiempo buscando trabajo, hasta ahora sin éxito. Si recé y estoy haciendo lo que puedo, ¿por qué no me ayuda Dios?

Respuesta: Muchas veces no logramos entender cómo obra Dios en nuestra vida y por qué hace lo que hace. Es misterioso, pero nosenseña humildad, y por lo general requiere fe y paciencia. Sus propósitos suelen ser diferentes de los nuestros.

Cuando las cosas se pongan difíciles, cuando te parezca que no están saliendo como esperabas, cuando te dé la sensación de que Dios no responde a tus oraciones, cuando las pruebas de la vida se vuelvan insoportables y la batalla interminable, cuando tu fe se vea amenazada, cuando te invada el cansancio y dudes de si vas a poder aguantar mucho más, plántate firme en el cimiento que Dios ha provisto para tu fe, en la multitud de promesas y mensajes de aliento contenidos en Su Palabra. Ese puede ser tu refugio.

Una de esas promesas afirma: «Les digo que obtendrán todo lo que pidan en oración, si tienen fe en que van a recibirlo». Lo que no promete Dios es que lo vayas a obtener al instante. Su cronograma no es siempre el mismo que el nuestro. A veces sí nos responde de inmediato; pero muchas otras veces Él deja pasar un tiempo para que nuestra fe madure y se desarrolle, como un vino de buena crianza. La paciencia es el distintivo de una fe añeja, profunda, generosa y con cuerpo.

A lo largo de la Historia, Dios ha puesto a prueba la fe de la gente al no responder inmediatamente a sus oraciones. Los israelitas aguardaron miles de años la venida del Mesías. Sin duda que con frecuencia le suplicaron a Dios que lo enviara. Sin embargo, Dios esperó el momento propicio.

La paciencia no es una virtud fácil de cultivar. De hecho, va a contrapelo de la actitud imperante en el mundo de hoy, donde todo el mundo busca resultados rápidos. Claro que ocurren milagros y que hay oraciones que son respondidas instantáneamente, pero solo cuando Dios considera que eso es lo que más nos conviene; por otra parte, puede que a veces prefiera que pasemos por las pruebas, trances y desafíos que surgen cuando Sus respuestas no llegan en el acto.

La fe no se manifiesta únicamente en nuestra capacidad de obtener milagros inmediatos en respuesta a nuestras oraciones; también se evidencia en nuestra tenacidad, perseverancia y paciencia para aguantar incluso cuando no vemos que nuestras plegarias surtan efecto enseguida. Así que «tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna».

Santiago 1:2-4 (NVI) Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada.

Hebreos 10:36 (NVI) Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido.

Romanos 5:3-4 (NVI) Y no sólo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza.