VALERIETERAPIA

#NoticiasCristianas

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Era un día primaveral, perfecto. Una brisa suave, cálida y sugestiva anunciaba el comienzo de la estación. Todo el mundo a mi alrededor estaba de buen humor. Pero a menudo sucede que en días así, cuando menos nos lo imaginamos, Dios nos sorprende con pequeñas enseñanzas.

Aquella mañana recibí una carta inesperada de un amigo. Contenía un terrible manchón de malas noticias, suficiente para hundir mi nave de felicidad y unas cuantas más. Quedé deshecha. De repente, la alegría de los demás me resultó molesta. Solo deseaba que todos se fueran y se llevaran consigo su buen humor.

Todo tipo de pensamientos inquietantes se agolpaban en mi cabeza cuando recibí una llamada de mi vecina.

—Me cambiaron la cita con el médico para esta tarde, pero tengo un inconveniente: no habrá nadie en casa para cuidar de Valerie. ¿Crees que podrías pasar un rato con ella hasta que yo vuelva?

Con un último petardeo, mi nave se fue a pique. ¿Hacer de niñera? ¿Yo? Lo último que deseaba era contaminar la infantil inocencia de una niña con mi miserable estado de ánimo.

Traté de escabullirme, pero finalmente acepté. «Pobre niña», pensé.

Al rato estaba en su apartamento, estresada y de mal humor.

Valerie entró corriendo

—¡Tengo nuevos lápices de colores! —exclamó.

Viendo que ella sonreía, esbocé una sonrisa forzada.

—¿Quieres decir… que vamos a colorear?

La nena asintió con la cabeza antes de desaparecer, y en un abrir y cerrar de ojos regresó con un maletín rojo lleno de útiles de dibujo.
La verdad es que yo no tenía muchas ganas de colorear, pero hice de tripas corazón y ayudé a Valerie a volcar todo sobre la mesa. Pusimos un CD de Chaikovski y comenzamos a colorear una imagen de una mujer salvaje de larga cabellera multicolor. Sorprendentemente, el tiempo pasó volando, y me dejé transportar a una utopía de música clásica y creación artística.

Bueno, no sé si se podría llamar artística; digamos que fue una terapia.

Al cabo de tres horas habíamos creado varias obras abstractas y escuchado un montón de El lago de los cisnes, y yo había encontrado la paz. Ya con la mente despejada me di cuenta de que, aun cuando nos sobrevienen grandes decepciones o contrariedades, siempre hay una solución.

La mía fue simple. Inesperada. Revitalizante.

Y muy recomendable.

Hechos 2:38 (NVI) —Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —les contestó Pedro—, y recibirán el don del Espíritu Santo.

1 Corintios 10:13 (NVI) Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir.

1 Pedro 5:8 (NVI) Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.

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